Los siguientes
párrafos son del libro “Renovación por sí mismo”, de Taimni.
BUDDHI
No
hay palabras para describir la felicidad y el saber trascendente del plano
Intuicional (Plano Búdico), y todos los místicos y videntes que han alcanzado
siquiera una vislumbre de ese plano se sienten totalmente incapaces de dar a
otros alguna idea de la visión beatífica que han tenido. Además, cuando se
hacen descender al cerebro físico las vibraciones del plano Intuicional,
pierden mucha de su intensidad y llegan muy atenuadas a la conciencia física,
por su paso a través de los planos intermedios. De esta manera, la percepción
directa de la Unidad de la Vida en el plano Intuicional, se convierte meramente
en una omniabarcante compasión y simpatía; y la penetración directa en la
Verdad, se convierte en mero conocimiento intuitivo de las verdades de la vida
superior. De suerte que cuando estudiamos las manifestaciones de Buddhi en la
conciencia física, lo que podemos estudiar son apenas los tenues reflejos de
una radiación indescriptible, los débiles ecos de una música divina que tiene
su fuente en las partes internas y mucho más hondas de nuestro ser.
FUNCION MÚLTIPLE DE BUDDHI
La
Intuición o Buddhi es una facultad multifuncional, y no una facultad simple
como creen muchos que no han profundizado en los problemas de la conciencia.
(…)
Podemos entender mejor este carácter múltiple de las funciones de Buddhi,
tomando como analogía a la mente. La palabra mente representa algo muy
complejo. La mente tiene muchas facultades, tales como el raciocinio, la
memoria, el juicio, la observación; son facultades que aparecen una tras otra
en el curso natural de la evolución. Podemos llamarlas, funciones de la mente.
En forma análoga, existen diferentes modos de manifestación o funciones de
Buddhi, que también se desarrollan una tras otra durante la evolución del vehículo búddhico (aunque veremos que no son tan diferentes unas
de otras, sino que difieren en ‘grado’ más que en ‘forma’).
(…)
La función más simple es la Intuición, esto es, la de la comprensión. El psicólogo moderno considera a la comprensión en
su sentido ordinario como una función de la mente, pero es realmente una
función de Buddhi, de la Intuición, principio superior al de la mente. La mente
apenas puede combinar las impresiones que recibe de un objeto a través de los
sentidos, y con ellas forma una imagen compuesta. Pero a menos que la luz de
Buddhi ilumine esa imagen, no podemos comprender ese objeto.
La
siguiente función de Buddhi, en orden de desarrollo (…) se llama inteligencia. No intelecto, sino
inteligencia. Es fácil confundir el uno con la otra. Se trata de dos cosas
diferentes, aunque es difícil definir su diferencia. Todos entendemos más o
menos la diferencia entre un intelectual y un hombre inteligente. El
intelectual tiene su mente bien desarrollada, cargada de hechos, y puede ejecutar
fácil y eficazmente varias operaciones mentales. El hombre inteligente es el
que posee la capacidad de comprender la significación o la importancia del
conocimiento que posee; ha destilado su ciencia y su experiencia, y ha extraído
aquella esencia sutil que llamamos sabiduría. Puede ver las cosas como son. Ver
las cosas como son (es decir sin trasfondos o ‘coloreos’ psicológicos), es tal
vez la característica más importante de la inteligencia.
(…)
Otra de estas funciones de Buddhi se llama Viveka o Discernimiento. Frecuentemente
leemos
en libros sobre Yoga y Teosofía, que sin el desarrollo del Discernimiento no es
posible hollar el Sendero. Es, como si dijéramos, el A.B.C. de la vida
espiritual. ¿En qué consiste esta facultad de Viveka? generalmente se la define
como saber distinguir entre lo real y lo irreal. Pero quizá podemos formarnos
una idea mejor si la consideramos como la capacidad de ver la vida y sus
problemas como realmente son. Vivimos en un mundo ilusorio Sin darnos cuenta de
ello. Cuando empezamos a despertar espiritualmente, vamos dándonos cuenta de
esas ilusiones. Este despertar y el empezar a reconocer una por una las
ilusiones, es Discernimiento. Aunque suele pensarse que el Discernimiento es
diferente de la inteligencia, si examinamos la cuestión mejor veremos que es
una forma de inteligencia más desarrollada, más amplia, que opera en un
nivel superior. Cuando la luz de la Intuición ilumina los problemas
ordinarios de la vida, es inteligencia. Cuando resplandece sobre los problemas
más hondos y fundamentales de la vida y descubre sus ilusiones, es discernimiento.
Es, pues, una diferencia de grado y de esfera de acción.
(…) Veamos ahora
otra función importante de la Intuición:
La capacidad de reconocer y entender las
verdades de la vida espiritual.
Acabamos
de ver que el Discernimiento nos capacita para darnos cuenta de las ilusiones
de la vida. Pero ese es apenas el lado negativo de una función cuyo aspecto
positivo es el reconocimiento directo de las verdades de la vida espiritual, de
lo real en contraste con lo irreal. El hecho de que la intuición y no la mente
es el instrumento para conocer verdades espirituales, es muy importan te y
explica muchos fenómenos que observamos en la vida diaria; por ejemplo, la gran
diferencia de apreciación y comprensión de las verdades de la vida superior,
entre distintas personas. Algunas las comprenden instintivamente, mientras
otras las encuentran absurdas y carentes de convicción. Comprenderlas no es
cuestión de argumentar o razonar. La Intuición le permite a uno darse cuenta de
estas verdades sin pasar por el proceso engorroso de razonar. Mientras uno no
desarrolle la Intuición no podrá captar ciertas verdades.
MEDIOS
DE EXPRESIÓN DE BUDDHI
El
segundo punto que debemos anotar con respecto a la conciencia Intuicional es su
naturaleza dual (en cuanto a sus medios de expresión). Por un lado está
conectada con fenómenos pertenecientes al intelecto,
y por el otro con fenómenos relacionados con las emociones cuando la energía del plano Intuicional desciende a los
planos inferiores, su modo de manifestarse depende del tipo de mecanismo por
cuyo medio opera. Cuando opera en el campo del intelecto se refleja como
conocimiento espiritual. Y cuando opera en la esfera de las emociones se
refleja como amor espiritual. Es la misma fuerza en ambos casos, pero su
expresión depende del mecanismo por cuyo medio opera.
(…) En
general, se ha visto que cuando la Conciencia Búddhica empieza a desarrollarse
en un hombre de temperamento emotivo, aparece como intenso amor en forma de
devoción; mientras que en un hombre de tipo intelectual aparece como capacidad
de ver con mucha claridad todos los problemas fundamentales de la vida.
You don’t 카지노사이트 even must seek out devoted cellular websites
ResponderBorrar